Cómo crear el email perfecto para hacer un seguimiento a clientes potenciales

Cada vez que envías un correo electrónico, aunque sea breve, es una oportunidad para empatizar con tus clientes. Las palabras que escojas pueden alegrar el día a tu cliente, pueden ayudarte a empezar un diálogo amable con él y hacer que tus correos electrónicos se diferencien de los de la competencia. 

Al fin y al cabo, a todo el mundo le gusta la interacción humana, por lo que es importante que tus correos electrónicos sean escritos por un humano, es decir, que no parezcan escritos automáticamente por una máquina de auto-respuesta. Esto es lo que puedes intentar hacer cuando escribas un correo electrónico a un cliente, después de una conversación telefónica: 

1. Escribe lo que sabes

La última vez que hablaste con esta persona, te comentó alguna cosa destacable? Puede ser sobre su negocio, sobre su familia, sobre sus hijos o sobre su mascota. Lo que sea. Intenta recordar la última conversación y haz un seguimiento. Es tan simple como: “¿qué tal se encuentra tu perro?”, por ejemplo, si recuerdas que la última vez que hablaste te comentó que lo llevó al veterinario.

2. Aprende algo nuevo

Si estás escribiendo a alguien por primera vez, un “¿cómo estás?” puede quedar un poco soso y está demasiado visto. Claramente, no te hará destacar de la competencia. Prueba algo así como “¿qué tal está yendo tu viernes?” o “¿tienes planes para este fin de semana?” Este tipo de preguntas alientan al lector a responder con una frase más larga que el habitual monosilábico “Bien” a la pregunta de cómo estás, y lo incitan a hablar más sobre él por lo que es beneficioso para ti a la hora de enviarle otro correo electrónico posterior y poder hacer un seguimiento de lo que ya sabes, como hemos visto en el punto número uno.

3. Busca información sobre tu cliente

Antes de enviar un email a tu cliente, ponte la gorra y coge la lupa de investigador privado y haz una simple búsqueda en Google sobre su empresa, su lugar de residencia y coméntale las cosas positivas que leas sobre él. Por ejemplo, puede ser algo como: “He visto que has abierto otra tienda en tal lugar, ¡felicidades! ¿cómo está yendo?”

4. Comparte algo de información personal

Si abres un poco las puertas de tu casa, en el sentido figurado, el cliente también abrirá las suyas. Comparte algo personal, por ejemplo del lugar donde vives: “A estas alturas del año nunca he visto nevar en mi ciudad. Es muy raro aquí, ¿cómo está el tiempo en tu zona?”

5. Sé cordial y específico

Frases como “que tengas un buen fin de semana” pueden sonar aburridas y muy comunes, cuando tu cliente recibe cientos de correos electrónicos. Intenta usar su nombre y acabar con algo más personal, si conoces algo que va hacer, como por ejemplo: “Pásalo muy bien en tu excursión a las montañas, Juana’.

Si sigues estos sencillos pasos, no solamente impresionarás a tus clientes, sino que también puedes atraer a clientes potenciales para hacer negocios contigo. Te verán como una persona cercana y simpática, que al fin y al cabo es la base que todo el mundo busca en cualquier relación humana.

Recuerda, es muy sencillo enviar un correo electrónico de seguimiento después de hablar con un cliente para mejorar la atención al cliente en tu negocio. ¿Ya lo estás haciendo? Explícanos en los comentarios qué estrategias usas para hacer que tus correos electrónicos se diferencien de la competencia.