¿Café en la oficina? Mejora la solución de problemas pero no la creatividad

¿Café en la oficina? Mejora la solución de problemas pero no la creatividad

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En la creencia popular, los escritores, programadores y creativos de todo tipo no se pueden separar de su taza de café (o de su bebida energética favorita), pero ¿es la cafeína realmente capaz de estimular la creatividad?

Los efectos de la cafeína en el sistema nervioso

Desde la antigüedad, las infusiones de hierbas como el café, el té, el cacao y el guaraná han sido utilizadas como estimulantes por los humanos, precisamente porque son capaces de mejorar el rendimiento físico y combatir la fatiga y el sueño. Incluso hoy en día, la popularidad de estas bebidas hace que la cafeína sea la sustancia psicoactiva más consumida y extendida en todo el mundo.

 

La cafeína, un alcaloide presente en más de treinta especies diferentes de plantas, es capaz de ejercer un efecto estimulante muy fuerte sobre el sistema nervioso central. Esto es posible porque bloquea la acción de la adenosina, un neurotransmisor que está involucrado en la regulación del ciclo sueño-vigilia, causando un aumento temporal en los niveles de adrenalina. Es por eso que, después de tomar alimentos o bebidas que contienen cafeína, se observa un aumento en la rapidez de los reflejos y una mejora en la capacidad de atención, concentración y coordinación motora. La acción estimulante sobre el sistema nervioso hace que la cafeína también sea un excelente aliado para combatir la fatiga y la somnolencia. Un estudio realizado sobre unos trabajadores del turno de noche, ha vinculado el consumo de café a la reducción en un 50% del número de errores cometidos.

 

Pensamiento divergente y pensamiento convergente

Sin embargo, aún sigue estando poco claro el papel desempeñado por la cafeína en la estimulación de la creatividad, a pesar de su asociación, al menos en la cultura popular, con profesiones basadas en el llamado pensamiento divergente. El pensamiento divergente es lo que permite generar nuevas ideas a través de la exploración de múltiples escenarios posibles y representa la esencia misma del pensamiento creativo y de la capacidad de innovar. Un ejemplo clásico de situaciones en las que se requiere el ejercicio del pensamiento divergente son las sesiones de lluvia de ideas, cuyo objetivo es explorar nuevas soluciones y desarrollar estrategias innovadoras.

 

Si el pensamiento divergente amplía al máximo los horizontes de posibilidades, el pensamiento convergente tiende a centrarse en encontrar la mejor solución a un problema o la respuesta más correcta a un estímulo dado. El pensamiento convergente utiliza el conocimiento acumulado y las herramientas lógicas para aplicar patrones conocidos a situaciones que proporcionan solo una posible respuesta correcta. Un ejemplo de ejercicio de pensamiento convergente son las pruebas de respuestas múltiples, en las que es necesario seleccionar la respuesta exacta a cada pregunta.

 

Cafeína bajo la lupa de los científicos

Para analizar los efectos de la ingesta de cafeína en estos dos tipos de pensamiento, la Universidad de Arkansas completó recientemente un estudio de más de ochenta voluntarios. Después de haber administrado a una parte de los voluntarios una tableta que contenía 200 mg de cafeína (aproximadamente dos tazas de café) y a otra un placebo, los investigadores los sometieron a una batería de pruebas diseñadas para probar el pensamiento divergente y el pensamiento convergente, pero también para medir su capacidad de memoria y evaluar el estado de ánimo.

 

Los resultados muestran claramente que aquellos que recibieron cafeína lograron mejores resultados en pruebas diseñadas para probar el pensamiento convergente. Por el contrario, resultó que la sustancia no tuvo un efecto mensurable en la memoria ni en el pensamiento divergente.

El único efecto encontrado en los sujetos que habían tomado cafeína fue una modesta mejora en el estado de ánimo.

 

Como explica Darya Zabelina, profesora de psicología y autora principal del antes mencionado estudio “la administración de 200mg de cafeína mejoró visiblemente las capacidades de resolución de problemas, pero dejó el potencial creativo esencialmente sin cambios ni lo afectó negativamente. Por lo tanto, los amantes del café pueden estar seguros: su bebida favorita no tiene ningún impacto en su creatividad.”

 

Los riesgos del consumo excesivo de cafeína

Entonces, parece que no hay nada cierto en el cliché que vincula el café a la creatividad, excepto tal vez la tendencia de las profesiones creativas a trabajar durante muchas horas seguidas sin descansar lo suficiente. Como sabe cualquiera que se vea obligado a pasar largas jornadas delante de un escritorio, el estímulo proporcionado por una taza de café realmente puede marcar la diferencia cuando comienzan a aparecer los primeros signos de fatiga.

 

Sin embargo, tener que usar cafeína de forma rutinaria para combatir el sueño y la fatiga durante la jornada laboral puede ser la señal de un problema más grave como el insomnio o el síndrome de agotamiento. El consumo excesivo de café también puede causar nerviosismo, irritabilidad, acidez estomacal e incluso hipertensión, así como exacerbar los síntomas de trastornos como ansiedad e insomnio. Por lo tanto, la recomendación es no excederse con la cafeína y evitar consumir más de dos cafés seguidos, especialmente antes de acostarse.