Deporte y team building: cuando el juego en equipo mejora la colaboración en la oficina

Deporte y team building: cuando el juego en equipo mejora la colaboración en la oficina

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Participar en actividades deportivas con compañeros de trabajo es la mejor manera de aprender a formar un equipo del trabajo.

La importancia del juego en equipo

Durante los últimos veinte años, hemos sido testigos de una transformación en el enfoque hacia el trabajo. Donde se favorece y fomenta la colaboración entre personas que trabajan en la misma empresa, concentrándose menos en el rendimiento individual. Esto se debe a que, en comparación con los logros individuales, el trabajo en equipo permite lograr mejores resultados tanto en términos de eficiencia como de velocidad. Michael Jordan, campeón de baloncesto una vez dijo: “Talent Wins Games, Teamwork Wins Championships”.

No basta solo trabajar en grupo, es necesario hacerlo bien, porque los resultados que un equipo de trabajo puede alcanzar dependen directamente de la capacidad que tienen sus miembros en comunicarse eficazmente entre ellos para coordinar las tareas, encontrar soluciones creativas a los problemas y superar los momentos difíciles. Ahora bien, no se trata solo de resultados: el trabajo en equipo promueve también un intercambio de competencias, de metodologías y de habilidades que terminan enriqueciendo a todos los integrantes de los equipos, contribuyendo a mejorar la calidad del trabajo, impulsando tanto la innovación como el crecimiento empresarial. Por esa razón, cada vez más empresas invierten en iniciativas destinadas a fomentar y cultivar el espíritu de equipo entre los empleados con seminarios motivacionales de grupo o actividades de formación práctica pensadas para favorecer el team building y aumentar la cohesión entre compañeros de trabajo, como juegos de roles, búsqueda del tesoro y sesiones de improvisación.

 

El juego en equipo como actividad para el team building

Según una serie de estudios recientes, la actividad más eficaz para fomentar la colaboración y el espíritu de equipo es la actividad deportiva. Un estudio de la universidad de Estocolmo ha puesto en evidencia cómo practicar deporte entre compañeros de trabajo no solamente mejora el rendimiento personal sino también promueve el trabajo en equipo y la colaboración. Otro estudio realizado con empleados de dos institutos bancarios de Pretoria, en África del Sur, ha analizado el impacto que el deporte de equipo tiene sobre la colaboración en el trabajo, y destacando cómo la experiencia de la práctica deportiva puede mejorar la comunicación, fomentar la confianza y respeto mutuo y reforzar las relaciones de amistad entre colegas de trabajo.

Practicar un deporte de equipo significa trabajar con todos los miembros del team para lograr un objetivo común, lo que anima a los participantes a emplear mejor las capacidades y fortalezas de cada uno, y favorece la construcción de una relación de confianza y respeto mutuo.

Al participar en un deporte de equipo se pueden eliminar temporalmente las barreras jerárquicas y favorecer la comunicación entre personas con papeles diferentes, y de este modo incentivar el intercambio de ideas entre personas con visiones diferentes. Tanto la experiencia colectiva positiva como el triunfo, o negativa como la derrota permite desarrollar un sentimiento de pertenencia y consolidar la identidad de grupo.

 

Deporte de equipo en las empresas, ¿cómo empezar?

En todas aquellas empresas que quieren fomentar la actividad deportiva como medio para mejorar el trabajo en equipo de sus colaboradores es importante promover iniciativas y actividades lo más inclusivas posible, es decir donde todo el mundo puede participar independientemente de la edad y del estado de forma física. Existen muchos deportes de equipo de bajo impacto que no son demandantes para las articulaciones y reducen la posibilidad de lesiones, como por ejemplo el .

Este deporte nació en los años 70 y fue inventado por Hermann Brandt, un biólogo suizo animado por el deseo de crear un deporte que pudiera ser jugado por todo el mundo y que eliminase el riesgo de enfrentamientos, minimizando la agresividad y favoreciendo la cooperación entre jugadores.

Favorecer la cooperación no significa eliminar toda forma de competición, al contrario, promover una sana competencia entre equipos es una buena forma de incentivar a los participantes a dar lo máximo. Organizar torneos internos con pequeños premios para los equipos que obtienen los mejores resultados puede convertirse en un medio excelente para incentivar una mayor participación incluso de aquellas personas que no practican normalmente deporte. También es importante asegurarse de que los empleados dispongan de instalaciones adecuadas para que la práctica deportiva se convierta en algo cotidiano en la empresa, y así promover un estilo de vida más sano y mejorar las relaciones entre las personas.