Entrevistas de trabajo: tipologías y consejos (parte 2)

 

En el artículo “Entrevistas de trabajo: tipologías y consejos (parte 1)” hemos hablado de las entrevistas de trabajo telemáticas, es decir las que están llevadas a cabo por medio de videollamadas y cuáles son las ventajas de recurrir a la tecnología durante un proceso de selección.

En el presente artículo exploramos las entrevistas de trabajo presenciales, tanto individuales como las de grupo, sus ventajas y desventajas.

Entrevista presencial

Las entrevistas de trabajo presenciales pueden ser individuales o de grupo. En ambos casos lo más importante es mostrarse natural y no actuando, mantener a raya los nervios y controlar los gestos y la postura, demostrando profesionalidad y ponderación. En las entrevistas presenciales son muchos los factores que los responsables de recursos humanos tienen en cuenta, como las palabras y el tono utilizados, el contenido de las respuestas, el lenguaje corporal, el contacto visual, etc.

Es recomendable presentarse a una entrevista de trabajo con ropa adecuada: un estilo cuidado, pero no exagerado resulta un detalle bien valorado y agradable.

Dinámicas de grupo

En muchos procesos de selección está en boga la entrevista de trabajo en grupo, una dinámica que proporciona mucha información acerca de los candidatos, sobre todo para puestos de trabajo en equipo y de ventas.La dinámica de grupo es un tipo de técnica de discusión verbal de confrontación donde hay diferentes puntos de vista acerca de una situación expuesta por los reclutadores.

Las situaciones expuestas pueden ser:

Realistas: Un caso real.

Surrealistas: Una situación ficticia. Son las más habituales.

Con roles asignados: Cada participante desempeña un papel o un rol asignado de antemano.

Con roles no asignados: Los roles se asignan de manera espontánea.

Para poder enfrentarse a una dinámica de grupo de forma efectiva y relajada hay que prestar atención a las instrucciones proporcionadas y tener bien claro el tiempo que se tiene disponible. Este último punto es fundamental porque revela la capacidad de gestión del tiempo de los candidatos. En caso de tener un rol asignado, es importante fijar previamente en la mente los objetivos y el camino a seguir para proceder con tranquilidad y efectividad durante todo el ejercicio.

Es habitual que en las entrevistas de grupo los participantes lleven una pegatina con sus nombres, pero en caso de no llevarlas una práctica positiva es la de romper el hielo animando a las otras personas a presentarse diciendo su nombre.

Participar todo lo que se pueda es fundamental acordándose siempre de que pasarse puede ser visto como una incapacidad de dejar espacio a los demás. Dejar hablar a todos los miembros del grupo y sobre todo escuchar con atención sus intervenciones serán evaluados como puntos positivos. Una buena práctica para poner de manifiesto la actitud de escucha es la de integrar los comentarios de otros en las propias participaciones.

 

Ventajas de las entrevistas presenciales y de grupo

Si bien las entrevistas telemáticas agilizan los procesos de selección (optimización del tiempo, reducción del coste del procedimiento completo, nulificación de las distancias), las entrevistas presenciales ayudan a los reclutadores a detectar aspectos importantes de los candidatos que no siempre se consiguen captar en una videollamada. El lenguaje no verbal, que está indicado por la postura, los gestos, la mirada y los movimientos, es un factor importante a la hora de escoger a un candidato porque ponen de manifiesto características que a veces no se notan a la primera y que cuentan mucho sobre su mundo interior y la actitud en general.

El consejo principal es controlar la agitación, mostrarse cordiales y naturales, no mentir y llegar a la entrevista de trabajo preparado: habiendo hecho previamente un listado de nuestras fortalezas y debilidades, con una buena investigación (si es que es posible) hecha acerca de la empresa que ofrece el empleo y sobre sus negocios y, habiendo ensayado un poco las posibles respuestas.