
Falsos mitos acerca de los programas de segunda mano
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En el artículo “Programas de segunda mano: legales, seguros, convenientes” hemos visto cómo lo de vender y comprar programas de segunda mano es una acción legal y lícita, además de representar una alternativa económica que permite a las empresas y a los profesionales ahorrar mucho dinero cada año.
En este artículo trataremos los falso mitos que circulan acerca de los programas de segunda mano para tener una visión más clara y verdadera de estos tipos de herramientas .
La difusión de los programas de segunda mano tiene que enfrentarse, todavía, con los prejuicios que siguen existiendo acerca de la autenticidad y la efectividad de las licencias de este tipo. La empresa Relicense, que se dedica al asesoramiento de empresas en el tema de la reventa de programas de Microsoft, ha elaborado una lista de los falsos mitos más comunes que circulan acerca del software de segunda mano para entender cuáles son las motivaciones que hacen que empresas y profesionales sean reticentes a su compra.
1. ¿La compra de software usado es legal?
Según los expertos de Relicense, la razón principal que hace que los usuarios desconfíen de las licencias de segunda mano es la duda acerca de la legalidad de la compra de un programa usado. Como ya hemos visto, fue el propio Tribunal de Justicia Europeo el que confirmó la legitimidad de la compra y la regulación de la venta de software de segunda mano. Para comprar programas de segunda mano de forma segura basta con hacerlo a empresas que sean capaces de detectar la trayectoria de la licencia y proporcionar la documentación detallada para garantizar su autenticidad.
2. Peor calidad de los programas de segunda mano
Otro cliché ampliamente aceptado es que las licencias de segunda mano son una segunda opción y que el precio de venta más bajo refleja una menor calidad. Esta creencia no tiene ningún fundamento: a diferencia de otros bienes de segunda mano, como los coches, las licencias de software no están sujetas al desgaste ni siquiera por el uso. Por lo tanto, un software de segunda mano garantiza la misma funcionalidad y las mismas ventajas que un software adquirido en una tienda oficial. Como declara UsedSoft, “mientras la mayoría de los productos pierden valor por el uso diario, una licencia de software de segunda mano siempre está nueva, y no se desgasta”.
La única verdadera diferencia entre los programas nuevos y los de segunda mano está en el precio, los de segunda mano son mucho más baratos.
3. Más barato significa menos funcionalidades y actualizaciones
La creencia infundada de que el software de segunda mano tiene una calidad inferior hace temer que las licencias de segunda mano no dan derecho a parches y actualizaciones, pero este no es el caso: se trata de la duración del ciclo durante el cual se proporcionarán las actualizaciones y no de la naturaleza de la licencia, por lo tanto, los que compran programas de segunda mano tienen derecho a las mismas actualizaciones y el mismo soporte que los que los compran en el distribuidor oficial.
4. Programas antiguos, menor calidad y seguridad
El último falso mito es que el uso de programas de vieja generación significa conformarse con una menor calidad y seguridad: en la mayoría de los casos, las nuevas versiones de programas y aplicaciones solo amplían la funcionalidad y utilizar versiones anteriores significa poder confiar en un software ya maduro y ampliamente probado, convirtiéndolos en más fiables y seguros. Adquirir programas usados es una práctica muy difundida: existen muchas empresas que se dedican a adquirir y revender software y garantizar su autenticidad. Elegir un programa usado permite aumentar las herramientas que se pueden utilizar para desempeñar las tareas propias de la actividad y negocio, y así reducir el gasto en licencias.