
Lucha contra la fatiga mental y recupera la concentración en tan solo 10 minutos
- Gestión empresarial
El día laboral típico requiere un considerable gasto de energía mental y hay momentos en los que puede ser difícil mantenerse alerta y no ceder a las distracciones. En estos casos, una pausa de 10 minutos puede ser suficiente para refrescar las ideas y recuperar la concentración.
Un descanso en la naturaleza
El contacto con la naturaleza tiene un efecto calmante y antidepresivo inmediato, como ha demostrado recientemente un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, según los cuales bastaría pasar 20 minutos al día en áreas verdes o en un parque urbano para reducir los niveles de cortisol en la sangre, uno de los indicadores fisiológicos más fiables de l nivel de estrés.
Según otro estudio de la Universidad de California Irvine, los entornos naturales tienen además, la capacidad de mejorar la concentración y combatir el cansancio mental en situaciones de fatiga cognitiva. En el curso del estudio, dos grupos de participantes fueron sometidos a pruebas pensadas para disminuir su capacidad de concentración y luego invitados a tomarse 10 minutos de descanso. El primer grupo pasó la pausa inmerso en la naturaleza, mientras que el segundo dio un paseo por la ciudad. A la vuelta, una nueva batería de pruebas mostró una mayor capacidad de concentración en aquellos que habían pasado tiempo en contacto con la naturaleza.
Dos pasos para despejar la mente
Caminar es una de las actividades más saludables posibles. La Organización Mundial de la Salud ha incluido entre sus directrices el hábito de dar al menos 10.000 pasos cada día como remedio para mantener un buen estado de salud. Sin embargo, los beneficios de la caminata no solo mejoran nuestro estado físico, sino también nuestras capacidades cognitivas. Un paseo de tan solo diez minutos durante el día puede tener efectos significativos en muchos aspectos. Caminar mejora nuestro estado de ánimo, nuestra concentración y puede prepararnos para afrontar problemas y dificultades.
En efecto, caminar estimula la creatividad, sobre todo la orientada a la resolución de problemas, como demuestra un estudio de la Universidad de Stanford sobre el pensamiento divergente. También la concentración y la salud mejoran cuando se camina: caminando pasamos de lo que se denomina ‘atención voluntaria’, que consume y reduce nuestra capacidad de concentración, a la llamada ‘atención involuntaria’, que nos permite recuperar las energías mentales y encontrar el foco.
La merienda que recarga las baterías
A menudo la sensación de cansancio mental que experimentamos durante el día está conectada con el hambre, sobre todo cuando nos hemos saltado el almuerzo. En estos casos, dedicar un momento de descanso a consumir un tentempié saludable pero sabroso (como un yogur o algo de fruta) puede mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra concentración.
Esto no significa que comer sea la respuesta correcta a todos los momentos de fatiga mental, pero si nada más funciona y ya han pasado varias horas desde la última comida, es muy probable que el hambre sea la causa de la falta de concentración.
Aprovechemos entonces la próxima pausa para comer algo saludable, como algunas de las propuestas de los expertos en el campo de la alimentación.
Un momento de total silencio
El excesivo ruido de fondo es una de las quejas más frecuentes mientras se trabaja. Desde el zumbido de los ordenadores e impresoras hasta las conversaciones de los colegas o vecinos, nada parece que nos haga perder la concentración más rápido que estar expuestos a altos niveles de ruido ambiental. Los resultados de un estudio publicado por The British Psychological Society han puesto de manifiesto que la exposición prolongada al ruido tiene graves repercusiones en la concentración. Los investigadores estiman que la productividad disminuye un 60 % en condiciones de ruido excesivo.
Crear un momento de silencio puede tener un efecto muy positivo para recuperar la energía mental y la atención. Alejarse del ruido y silenciar el teléfono para disfrutar de unos diez minutos de paz puede hacer maravillas con nuestra capacidad de concentración. Si no podemos encontrar un lugar suficientemente silencioso podemos equiparnos con auriculares anti-ruido y sumergirnos en una relajante pausa musical, eligiendo una de las muchas listas de reproducción dedicadas a la relajación en plataformas como Spotify o iTunes.
Estiramiento para enfocar la atención
El ejercicio, incluso el de baja intensidad, es una de las formas más eficaces para recuperar el bienestar y el equilibrio mental. Especialmente para aquellos que están sentados durante muchas horas delante de la pantalla, el hábito de practicar ejercicios de stretching o estiramiento muscular, durante los momentos de descanso puede marcar la diferencia tanto en términos físicos como cognitivos.
Además, la postura que adoptamos en el escritorio también influye en nuestra capacidad de concentración. Un estudio realizado por la Universidad de Indiana concluyó que una mala postura puede afectar negativamente a nuestras facultades cognitivas y a nuestra memoria. Para contrarrestar los efectos de una mala postura, pueden bastar diez minutos de ejercicios simples de estiramiento muscular para que volvamos al escritorio con energía renovada.