
Night routine: el ritual nocturno que ayuda a trabajar mejor
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A menudo se habla de la importancia de tener una rutina de día como manera para mejorar el bienestar y la productividad, pero lo que hacemos antes de ir a dormir es igual de importante para comenzar el día con energía.
Lo que hacemos antes de dormir cuenta
En las páginas de este blog ya nos hemos ocupado de los beneficios de adoptar una rutina matutina, es decir, un ritual matutino hecho de actividades simples y rituales saludables pensados para ayudarnos a afrontar mejor el día. Sin embargo, lo que hacemos antes de ir a dormir también afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestros niveles de energía del día siguiente. ¿Cuántas veces hemos estado despiertos hasta muy tarde viendo nuestro programa favorito o serie, o incluso hemos tenido problemas al dormirnos después de una cena un poco pesada o muy larga semana? Las consecuencias de estas acciones: problemas al concentrarse al día siguiente en el trabajo.
El sueño y el descanso son fundamentales para nuestro bienestar y nuestra productividad, pero la calidad de ambos depende en gran parte de lo que nos rodea. El estrés, las preocupaciones, pero también una alimentación demasiado pesada o una exposición prolongada a la luz azul de la pantalla del teléfono, pueden comprometer nuestro descanso y dificultar la concentración al día siguiente. El objetivo de una rutina nocturna debe, por lo tanto, servir para favorecer la relajación y mejorar la calidad del descanso nocturno.
5 ideas para tu rutina nocturna
1. Planifica el día siguiente
El estrés relacionado con las cosas que hay que hacer durante el día es uno de los mayores obstáculos para un buen descanso: sentirse abrumado, por los compromisos que nos esperan al día siguiente o estar preocupados por no conseguir terminarlos, no ayuda a conciliar el sueño. Para mantener a raya este tipo de ansiedad, puede ser útil tener ya planificado el día siguiente desde la noche anterior. Agenda en mano, tomamos nota de los compromisos que nos esperan, como reuniones y citas, y damos prioridad a las cosas por hacer. De esta manera, tendremos un verdadero mapa que seguir al día siguiente, para desenvolvernos entre las mil cosas que nos corresponden y repartir nuestra atención y también nuestra energía entre ellas.
2. Anticiparse
Según un sondeo de Nestlé sobre las costumbres vinculadas al despertar, alrededor del 90 % de los españoles no realiza un desayuno completo, es decir, 2,7 millones de personas en España se saltan el desayuno . Con tiempos tan ajustados, prepararse para ir al trabajo puede convertirse en una carrera contra el tiempo: elegir qué ropa ponerse, recordar coger las llaves y organizar el bolso puede convertirse en una fuente de estrés y hacer que el día comience con el pie izquierdo. ¿La solución? Preparar la noche anterior la ropa para el día siguiente, cargar los dispositivos de la empresa y organizar lo necesario para el día en la oficina, para asegurarnos de no olvidar nada por la mañana, y tener más tiempo para un despertar tranquilo.
3. Un descanso de los dispositivos electrónicos
Aunque recientemente se ha la asociación entre el uso de dispositivos electrónicos y una peor calidad del sueño sigue siendo evidente. El fenómeno se debe probablemente al hecho de que, luz azul o no, el intenso estimulo luminoso de la pantalla del ordenador o del smartphone hace que el organismo se active como si fuera de día. Por esta razón, los expertos recomiendan dejar de utilizar los dispositivos electrónicos por lo menos un par de horas antes de acostarse.
4. 10 minutos de yoga o estiramiento
Una de las estrategias más eficaces para asegurarse un buen descanso es realizar algunos ejercicios simples de estiramiento muscular, o stretching. No solo ayudan a aliviar la tensión muscular acumulada durante el día, sino que, ya que requieren centrarse en la respiración y el cuerpo, también son útiles para dejar atrás el estrés. La práctica de yoga antes de dormir, en particular, es útil para relajar el cuerpo y la mente además de ayudar a desarrollar una mayor flexibilidad y una mejor postura.
5. Reflexionar sobre el día pasado
Especialmente los días llenos de compromisos, puede ocurrir que fácilmente se llegue a la noche con la sensación de tener la cabeza llena de pensamientos e ideas, que sin embargo, luchan por encontrar un orden. Si se trata de preocupaciones o asuntos sin resolver, también es posible que vuelvan a aparecer en nuestras mentes justo cuando estamos tratando de dormir. Dedicar diez minutos al día a la revisión de la jornada que acaba de transcurrir puede, en cambio, ayudarnos a recobrar la calma y la serenidad. Por ejemplo, se puede empezar respondiendo a algunas preguntas sencillas que permiten centrar la atención en su estado de ánimo en relación con los acontecimientos del día.