Nuevos consumidores en la época de las redes sociales y el nuevo papel de los ombudsman

Nuevos consumidores en la época de las redes sociales y el nuevo papel de los ombudsman

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Los cambios, a causa del uso de las redes sociales en nuestro día a día, han provocado diferencias en la forma de ser consumidores y, consecuentemente, en el ámbito de acción de algunas figuras jurídicas que ahora son llamadas a garantizar los derechos de las personas en las redes sociales, como los ombudsman. 

La entrada de la tecnología en nuestro cotidiano y la consecuente transición desde una sociedad de tipo tradicional a la así definida 2.0 y 3.0, es decir a “una sociedad que se informa, se comunica e interactúa en red”, como nos recuerda Alberto Ramírez Martinell en su artículo La Sociedad 2.0, ha supuesto muchos cambios en casi la mayoría de los ámbitos de nuestra vida.

En unos pocos años hemos conseguido avances muy importantes que han mejorado, e incluso modificado, nuestras vidas; baste pensar en los desafíos alcanzados en la comunicación, la medicina, los transportes y en la educación.

A través de los Social Media se ha “devuelto el control sobre la información a los ciudadanos” desde el momento que nosotros, los usuarios, somos quienes generamos “la mayor parte de la información que consumimos”.

La redes sociales y los nuevos consumidores

Cuando usamos las redes sociales somos tanto usuarios como consumidores, ya que, al momento de ser una persona que consume bienes y servicios dentro de la sociedad de mercado, nos volvemos consumidores.

A veces olvidamos que como consumidores tenemos derechos que tienen que ser garantizados y asegurados: como podemos leer en Wikipedia el “derecho del consumo es la denominación que se da al conjunto de normas emanadas de los poderes públicos destinadas a la protección del consumidor o usuario en el mercado de bienes y servicios, otorgándole y regulando ciertos derechos y obligaciones”.

¿Quiénes son los ombudsman y qué hacen?

Así como la sociedad cambia, nuestra forma de “consumir” y de ser consumidores también, y las figuras jurídicas designadas para defender los derechos constitucionales y fundamentales de las personas y de las comunidades se tienen que poner al día y evolucionar en su forma de actuar.

Un ejemplo concreto puede ser lo del ombudsman, una figura institucional de mediación entre ciudadanos y el Poder Público: el ombudsman, o defensor cívico o mediador o garante, es un representante que garantiza la tutela del consumidor. El término, de origen sueco, deriva de un despacho de garantía constitucional instituido en 1809 y sucesivamente adoptado por el lenguaje jurídico en todo el mundo.

Nuevos ámbitos de acción para los ombudsman

Existen diferentes tipos de Defensores del Pueblo, en ámbitos diferentes, que desarrollan varias actividades muy valiosa para el ciudadano; sin embargo, en los diversos países, la figura del ombudsman presenta las mismas finalidades de garantía, y siempre se propone la tarea de actuar como “puente” entre el ciudadano y la administración o el servicio en cuestión.

Los ombudsman actúan de modo neutral e independiente, procuran encontrar una solución adecuada y objetiva en el interés de las partes en causa.

De momento que la complejidad de muchos procedimientos jurídicos desaniman al ciudadano, el papel de mediación del ombudsman se vuelve cada vez más importante en la sociedad civil actual, debido también al dicho cambio en la forma de ser consumidores en la época de Internet (su ámbito de acción abarcar ahora hasta los conflictos nacidos en las plataformas de las redes sociales).

Hay que recordar que este tipo de poder jurídico es independiente del poder político y su actividad está regulada por la legislación vigente en el país donde presta su servicio.

Si necesitas de asistencia como consumidor, encontrarás en la red muchas asociaciones de consumidores y abogados que te pueden asesorar y orientar en el mundo de los “derechos del consumidor”.