
Productividad: factores que la determinan y la Teoría Z
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La productividad es un tema muy debatido hoy en día tanto por las PYMES como por las empresas transnacionales.
Pero ¿qué es la productividad?
Está claro que la definición de productividad ha cambiado mucho a lo largo del tiempo, según iban desarrollándose los modelos económicos y de producción de bienes.
En el ámbito de la economía actual se puede definir la productividad como el “vínculo que existe entre lo que se ha producido y los medios que se han empleado para conseguirlo (mano de obra, materiales, energía, etc.)”.
La productividad por lo tanto, es un factor necesario para medir la eficiencia de producción, poniendo de manifiesto las fortalezas y las debilidades de una determinada organización del trabajo y de gestión de los recursos (tanto económicos como humanos).
Es por esta razón que todas las empresas tienen que evaluar de forma cíclica su índice de productividad, para eventualmente detectar fallos y enmendarlos de forma eficaz y rápida para evitar problemas económicos mayores.
La eficiencia y la productividad aumentan proporcionalmente la disminución de los recursos empleados para la producción de una determinada cantidad de bienes o servicios.
Por lo tanto, la productividad es el cociente que existe entre la cantidad de recursos utilizados y la producción conseguida.
¿Por qué razón la productividad es un índice tan importante?
La productividad es muy importante no solo para las empresas sino también para los países, porque contribuye a la mejora integral en muchas áreas. Una buena estrategia para mejorar los niveles de productividad de una empresa, por ejemplo, permite disminuir los costes e invertir la cantidad ahorrada ya sea en desarrollo tecnológico (que a su vez puede mejorar aún más la productividad de dicha empresa) o bien en premios de productividad de la plantilla.
El ahorro de costes no es el único objetivo que una empresa se plantea a mediano y/o largo plazo. Acortar los tiempos de producción es otro objetivo que se puede lograr con la mejora de la productividad en una empresa. Ahorrar tiempo significa disponer de éste para ser invertido en el desarrollo de otras tareas y ampliar los horizontes de mercado en dicha compañía y mejorar aún más la productividad.
¿Cómo se puede mejorar la productividad en una empresa?
Es una tarea diaria y constante que compromete a todos los niveles de la organización. La productividad puede ser influenciada por muchos factores ya sean internos y/o externos.
Los factores internos son los que se originan en el propio contexto de una organización, grupo o empresa y pueden, por esto, ser medidos, controlados y modificados directamente. Algunos de estos factores internos son: los recursos económicos invertidos, el nivel tecnológico y de innovación de la empresa, los recursos humanos, etc.
Los factores externos son los más difíciles de gestionar por no decir imposibles porque escapan de la esfera de control de la empresa u organización. Entre ellos están: las leyes y medidas gubernamentales, los factores climáticos, la evolución del mercado, la competitividad, las tendencias y modas, etc.
Recursos humanos: factor determinante de la productividad
Las condiciones en las que el equipo de trabajo desarrolla sus tareas laborales es uno de los factores que afecta la productividad de manera más sensible.
El ambiente de trabajo, así como la comunicación interna de la plantilla y de la empresa, la flexibilidad horaria, la formación continua y la posibilidad de elegir las tareas según las habilidades son factores decisivos en la productividad. Por consiguiente, deben tenerse en cuenta para mejorar la eficiencia de la organización.
Una empresa que quiera aumentar sus rendimientos debe considerar prioritariamente la mejora de las condiciones laborales del personal, apostar por la innovación tecnológica, confiar en un liderazgo circular y una autogestión de los grupos de trabajo. Existen diferentes herramientas que pueden ser aprovechadas por las empresas para perfeccionar las condiciones de trabajo y registrar así un aumento de la productividad.
La Teoría Z
¿Has escuchado alguna vez hablar de la Teoría Z?
En 1981, William Ouchi, profesor de gestión empresarial inventó la Teoría Z, conocida también como “Método Japonés”. Esta Teoría Z propone herramientas para mejorar la productividad de una empresa. Lo que intuyó Ouchi fue que hay una relación muy estrecha entre el grado de satisfacción del personal y la productividad. Es decir: cuanto más integrada, valorada y tenida en cuenta se siente una persona en su ambiente de trabajo, más aumenta la motivación y en consecuencia su eficiencia. Sí, porque la productividad está conectada con la eficiencia de los recursos humanos: el esfuerzo del personal es el factor clave para que los objetivos empresariales se alcancen.
Esta teoría hace hincapié en el hecho de que el trabajo es una parte importante en la vida de cada persona, por lo tanto, no es imposible separarlo, ni tiene que estar separado. Ya que se trata de una parte de nuestra vida, es necesario que trabajar sea una tarea agradable, que no genere frustración y que los objetivos laborales sean fuente de motivación y de alegría en la vida del personal.
Las relaciones humanas tienen gran relevancia en nuestra vida social, y en el puesto de trabajo no es una excepción, ya que tienen un peso muy grande.
Esta teoría pone de manifiesto cómo cuidar las relaciones entre compañeros de trabajo, jefes y supervisores y sostiene que es un punto focal en cualquier estrategia para mejorar la productividad. Además, señala que es importante que cada integrante del grupo se sienta reconocido y valorado por sus habilidades y calidades personales.
Todo esto hace que la empresa se “humanice”, es decir que se forme un ambiente más familiar y horizontal, donde el trato personal, la acogida de nuevos empleados y el estímulo son la base de la estrategia laboral.