Rutina matutina: ¿realmente funciona?

Rutina matutina: ¿realmente funciona?

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¿Un ritual matutino realmente puede ayudarnos a vivir mejor y a mejorar la productividad diaria? Estudios recientes confirman algunos de los beneficios de seguir una rutina por la mañana.

Una explicación científica de las ventajas de la rutina matutina

Una de las últimas tendencias en las recomendaciones para maximizar la productividad personal es acostumbrarse a seguir una morning routine, es decir, un ritual diario de actividades y gestos saludables, capaces de hacernos más productivos y hacernos sentir más motivados. Los fans de la rutina de la mañana juran que emplear constructivamente el tiempo que se tiene disponible inmediatamente después de despertar tiene el poder de mejorar cada aspecto de la vida, desde el trabajo hasta el estado de ánimo, y de darnos la energía suficiente para superar los pequeños obstáculos cotidianos.

La explicación, según un grupo de investigadores de la Universidad de Nottingham, se encuentra en los procesos biológicos y psicológicos que regulan nuestros niveles de energía mental y de autocontrol. Analizando los resultados de 83 estudios diferentes, los investigadores han descubierto que nuestra energía y nuestra capacidad de autocontrol dependen estrechamente la una de la otra. Y no solo eso, ambos son recursos finitos que se agotan con el paso del tiempo: mientras que al comienzo del día nuestras energías y nuestro autocontrol están al máximo, con el paso de las horas ambas sufren una caída significativa, haciendo que sea más difícil mantener la concentración y una actitud positiva. Las ventajas de seguir una rutina matinal parecen depender del hecho de que dedicaríamos a las actividades más importantes el momento del día en el que estamos en mejor forma. Pero según los estudios, los mayores beneficios se experimentan cuando se introducen en la propia rutina actividades concretas cuyo objetivo es que la energía y el autocontrol duren lo máximo posible.

Pero ¿cuáles son, según la investigación, las prácticas más eficaces que hay que incluir en la rutina de la mañana?

Despertar a la misma hora todos los días

Un estudio realizado en algunos estudiantes de la Universidad de Harvard ha descubierto que las personas que se despiertan siempre a la misma hora obtienen mejores resultados académicos que los que tienen un horario de despertarse menos regular, incluso teniendo las mismas horas de sueño. Según Russell Foster, profesor del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Oxford y autor de una interesante TED Talk sobre el tema, esto se debe a los efectos de nuestro ritmo circadiano. Despertar siempre a la misma hora permite volver a sincronizar nuestro reloj biológico interno, con beneficios inmediatos tanto para la salud como para el estado de ánimo. Lo mejor, según Foster, sería acostumbrarse a no usar el despertador para levantarse por la mañana: el sonido del despertador nos quita demasiado bruscamente del sueño, alterando nuestros ritmos naturales y desencadenando lo que los expertos llaman sleep inertia, o un período de deterioro de la función física y cognitiva que hace que el despertar sea especialmente pesado.

Encontrar tiempo para uno mismo

Dedicar tiempo a nosotros mismos y a nuestras pasiones es una de las mejores maneras de combatir el estrés y fomentar el buen humor. Para empezar bien el día no hay nada mejor que dedicarnos a algo que amamos antes de tener que hacer frente a los compromisos laborales y personales. Si somos aficionados a la literatura, pero nunca encontramos tiempo para leer durante el día, podemos aprovechar para insertar la lectura en nuestra rutina matutina. Encontrar diez minutos para un libro interesante es un logro al alcance de todos y lo mismo se aplica a cualquier otra afición a la que no podemos dedicar tiempo al final del día debido a la falta de energía.

Dedicar tiempo a nuestros pasatiempos favoritos por la mañana también puede mejorar nuestro rendimiento en la oficina: estudios recientes demuestran que las aficiones nos hacen más creativos y eficientes en el trabajo.

Hacer ejercicio

La actividad física es un componente imprescindible para un estilo de vida sano y es beneficiosa tanto desde el punto de vista físico como mental. Hacer ejercicio regularmente mejora, además de la musculatura, las facultades cognitivas como la memoria y la capacidad de concentración, y reduce la incidencia de demencia senil en casi un 50%. Nada más saludable que empezar el día haciendo ejercicio: la actividad física no solo nos ayuda a estirar los músculos adormecidos del sueño y a activar la mente, sino que un estudio de la Universidad de Carolina del Norte ha demostrado que el ejercicio eleva los niveles de cortisol, una de las hormonas que contribuye a hacernos más inteligentes y a estar más atentos. Quizás también por eso, hacer ejercicio por la mañana afecta positivamente a nuestra labor en el trabajo: un estudio de la Universidad de Bristol ha demostrado que los días en los que se dedica tiempo al ejercicio las personas están más concentradas, más motivadas y son menos propensas a las distracciones.