Soft skills y la autoevaluación de las habilidades

Soft skills y la autoevaluación de las habilidades

  • Consejos para autónomos

Estando el mundo del trabajo en continua evolución van cambiando rápidamente también los perfiles laborales que los responsables de recursos humanos de las empresas buscan cada día. La evolución digital cada día va configurando nuevas habilidades que se reconocen como fundamentales en los procesos de selección de personal. Por esa razón no existe un vademecum para saber cuales son las habilidades y competencias que hay que tener para poder tener éxito en la vida profesional de momento que cada época evalúa como como positivas o negativas capacidades diferentes, según varios factores.

Hasta hace unos años las hard skills, o las habilidades duras, eran las únicas capacidades realmente valoradas durante un proceso de selección. Actualmente la situación ha cambiado mucho: hoy en día los RRHH dan igual valor tanto a las habilidades duras como a las blandas (soft skills).

 

Hard skills: Las habilidades duras son comúnmente las técnicas, las que se aprenden o desarrollan a lo largo de nuestra formación académica y trayectoria.

 

Las Soft Skills o habilidades blandas, son aquellas características y capacidades que no se pueden adquirir a través del estudio, sino que están más relacionadas con nuestra personalidad y nuestra visión personal. El problem-solving, la manera en la que nos enfrentamos a un nuevo proyecto u organizamos el trabajo o la elección de las mejores herramientas para desempeñar una tarea son casi habilidades innatas, que se pueden perfeccionar con la experiencia pero que no se pueden adquirir.

Forman parte también de las soft skills el nivel de perseverancia que podemos tener en el trabajo, la capacidad comunicativa que tenemos o las estrategias que solemos adoptar para hacer frente a situaciones difíciles.

Actualmente las empresas valoran muy positivamente las habilidades blandas porque se ha notado que los equipos que mejor trabajan son los que tienen personas con ambas características: alto perfil técnico y habilidades blandas o estratégicas.

 

Competencias para auto-dirigirse con éxito

Las competencias definidas ‘estratégicas’ son las necesarias para desarrollar la capacidad de administrarse a uno mismo en el ámbito del estudio y del trabajo. Michele Pellerey, coordinador de una plataforma di e-learning lanzada en Italia en 2019, cuyo objetivo es lo de ofrecer herramientas para la auto-evaluación de las competencias y soft-skills, o habilidades blandas, necesarias para desarrollar nuestro potencial profesional y personal, ha identificado algunos factores fundamentales que influyen en la autorregulación y autodeterminación.

Estos factores hacen referencia a la dimensión cognitiva, motivacional y afectiva y parecen tener una repercusión significativa en la capacidad de autogestionarse en situaciones como trabajo, formación y crecimiento profesional.

En particular, se ha demostrado que las personas capaces de autorregularse están familiarizadas y saben utilizar las herramientas cognitivas necesarias para procesar y organizar la información, y además son capaces de planificar y controlar sus procesos mentales en función de la consecución de sus objetivos. Asimismo, estas personas tienen la capacidad de establecer objetivos realistas en relación con las condiciones de partida y de aplicar estrategias mentales que les permiten ser menos vulnerables a las distracciones externas e internas.

 

Sin embargo, estas competencias todavía no se ven adecuadamente desarrolladas durante la etapa escolar ni en la formación obligatoria y sólo se incorporan de forma superficial en la formación de tipo profesional.

Es necesario por lo tanto saber autoevaluar las competencias para tener un conocimiento más profundo acerca de las propias capacidades y aprender a desarrollarlas para mejorar el bienestar y la realización personal.

Habilidades blandas para un mundo laboral que cambia

Iniciativas como la que se ha lanzado en Italia representan también un intento para responder a la creciente demanda del mercado laboral de perfiles que poseen las famosas habilidades blandas indispensables para moverse en un mundo donde la flexibilidad, la motivación y la capacidad de cooperación y comunicarse eficazmente con los demás son cada vez más importantes que las competencias estrictamente técnicas. El propio Premio Nobel de Economía, James Heckman, ha subrayado repetidamente la importancia, tanto para las personas como para las empresas y la economía en general, de promover, no solo las tradicionales habilidades cognitivas sino también las que él define “character skills”, es decir, competencias de carácter como la conciencia, la perseverancia, la sociabilidad y la curiosidad. En los Estados Unidos se ha difundido como buena práctica la de prestar atención al desarrollo de estas competencias durante la escolarización y evaluar sus niveles, especialmente en el ámbito universitario, a través de herramientas como el test CLA+ (Collegiate Learning Assessment).

 

Dado que la prueba se elaboró a partir de la demanda de competencias transversales del mundo empresarial y laboral, las competencias evaluadas durante estos tests son exactamente las que se consideran prioritarias desde el punto de vista profesional.

 

¿Cuáles son, pues, las competencias indispensables para afrontar el mercado de trabajo?

En primer lugar, la capacidad de comunicar eficazmente, tanto de forma oral como escrita, seguida de la capacidad de pensamiento crítico y razonamiento analítico. Muy bien valorada está también la capacidad de aplicar conocimientos previos y experiencias a contextos nuevos, así como la competencia y la perseverancia en la resolución de problemas complejos.