
Trabajar desde casa: cómo organizar los espacios de trabajo
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Cuando se habla de autónomos o de teletrabajo, trabajar desde casa de forma productiva depende de nuestra capacidad de afrontar la jornada laboral con la misma seriedad con la que la enfrentamos en la oficina.
Trabajando desde casa es mucho más fácil caer en distracciones, ya que no estamos sometidos a ningún tipo de supervisión y porque nos encontramos en un espacio pensado, básicamente, para hospedar nuestros momentos de relax, rico de inputs y distracciones. Sin embargo, trabajar desde casa puede acabar por hacernos trabajar durante más tiempo de lo necesario o incluso combinar los espacios de trabajo con espacios dedicados a nuestra vida personal, desdibujando las diferencias.
Por lo tanto, es fácil intuir como nuestra productividad puede depender de una buena organización de los espacios de trabajo.
Home office, un espacio de trabajo a la medida
Para quien trabaja desde casa es importante separar el espacio de trabajo de los que están dedicados a la vida personal, creando dentro de la casa un espacio dedicado exclusivamente al trabajo. Montar una oficina en casa puede ayudarnos a trabajar más productivamente y a no comprometer el equilibrio entre trabajo y vida privada.
La mejor solución es adaptar una habitación de nuestra casa para hacerla una oficina, pero incluso en espacios más limitados es posible crear un rincón dedicado al trabajo, quizá utilizando divisiones móviles o plantas para delimitar el espacio físico. Lo importante es que el espacio donde trabajamos sea cómodo, ordenado, tan silencioso como para poder trabajar sin interrupciones.
Es fundamental comunicar a quien comparte con nosotros estos espacios que cuando estamos enfrente del escritorio estamos trabajando y por eso no deseamos ser molestados. Podemos incluso crear un código para informar a quien vive con nosotros, que, por ejemplo, una puerta cerrada significa “no molestar” mientras que una puerta abierta significa que estamos disponibles.
Una advertencia para quien utiliza demasiado el ordenador tanto por trabajo como por asuntos personales: mantener separados estos dos usos ayuda a evitar distracciones. Una alternativa sería crear dos usuarios diferentes en nuestro sistema operativo, lo que nos permitiría dedicarnos en momentos diferentes a los dos tipos de uso del ordenador.
Coworking, colaboración y creatividad
Ya en 2005 el creador del concepto de coworking, Brad Neuberg decidió compartir su despacho con otros profesionales. Los espacios dedicados a esta nueva filosofía de gestión de los ambientes de trabajo se han ido multiplicando en las ciudades. Un sondeo realizado por Entrepreneur ha puesto de manifiesto los beneficios del coworking en términos de creatividad, disminución del estrés y expansión de la red de contactos profesionales, aunque no todos los momentos laborales se adaptan bien a una oficina compartida.
La oportunidad de interactuar con otros profesionales en los espacios de coworking, puede resultar un arma de doble filo, podría tener como resultado que se invierta más tiempo en el networking que el tiempo que dedicamos al trabajo. Los espacios compartidos son perfectos para sesiones colaborativas, disfrutando de espacios más cómodos y aptos para crear y estimular la productividad.
La oficina virtual, profesionalismo y flexibilidad
Trabajar desde casa garantiza mayor flexibilidad y libertad, pero puede resultar también limitante cuando el ambiente doméstico nos hace parecer menos profesionales a los ojos de potenciales clientes, sobre todo si nuestro home office no dispone de una segunda entrada o si trabajamos en un rincón del salón. Parecer poco profesionales y estar sometido a un alto número de distracciones puede comprometer nuestras relaciones laborales y nuestro negocio, por lo tanto, es mejor ubicar reuniones con clientes, asesoramientos y encuentros preliminares en un espacio dedicado para esto, para comunicar fiabilidad y seriedad.
Por eso los servicios de “oficina virtual” ofrecen la posibilidad de disfrutar de oficinas privadas, ya totalmente equipadas. Alquilar una oficina virtual, por horas o por días, es una solución rentable y muy eficaz que nos garantiza una imagen hacia los potenciales clientes, profesional y seria.