Equipo de éxito. Cinco perfiles que distinguen un equipo estupendo

Equipo de éxito. Cinco perfiles que distinguen un equipo estupendo

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¿No soñamos todos alguna vez con ir al trabajo y encontrarnos a personas por las que sentimos una verdadera simpatía, porque valoramos su personalidad y el trabajo de colaboración con ellas, además, un equipo magnífico? ¿Suena demasiado bonito para ser verdad? Pues no debería, porque el arte de crear un equipo de éxito no tiene tanto que ver con las capacidades, sino más bien con la personalidad y la diversidad. Gwen Moran de Fast Company ha reunido, por esta razón, los cinco perfiles variados que un equipo necesita reunir para alcanzar la categoría y mantenerla en el tiempo. Fieles al lema “compartir es solidario”, queremos también nosotros analizar un poco más en profundidad estos tipos perfiles.

El adhesivo

Quien piense con esto en actividades de manualidades y en un ovillo de lana humano, me temo que se va a sentir decepcionado. De hecho, el adhesivo es fundamental para un equipo gracias a la capacidad que tiene de reunir y de tomar en consideración ciertos aspectos parciales para un todo grande. Siempre consigue mantener bajo control proyectos en parte muy interrelacionados y nunca deja de tener presente el objetivo general. Además, posee un grado elevado de empatía, a través de la cual puede calibrar bien los puntos fuertes y débiles de los miembros de su equipo, y una habilidad especial para captar sus deseos y necesidades. El adhesivo también es capaz de ocuparse bien de las personas, de reunirlas, sin perder sin embargo el control sobre el todo grande.

El innovador

En los tiempos en los que la palabra “innovador” se usa de forma casi inflacionaria, naturalmente tampoco puede faltar en la descripción de un equipo ideal. Y efectivamente es así, que toda buena reunión necesita una cabeza creativa y que la tristeza actúa en contra de la creatividad. El innovador está siempre en la búsqueda de vías de solución emocionantes, variadas y, como es lógico, innovadoras. Suele tener una mirada fresca sobre los hechos y las situaciones. Por eso resulta fundamental cuando se trata de encontrar vías eficientes e interesantes y de optimizar estructuras en los puntos clave acertados.

El intercesor

Como en el fútbol, de vez en cuando es necesario contar con el respaldo adecuado y ser consciente de ello también. Los intercesores de los equipos no son, por lo tanto, como mimosas tímidas que se esconden en sus caparazones de caracol… ¡todo lo contrario! Interceden a favor de sus compañeros de equipo y les impulsan a desarrollar libremente sus capacidades. Además, disponen de un alto grado de lealtad y de sentido de responsabilidad, y al final del día no solo ven su propio progreso personal, sino especialmente el del equipo.

El puente

Similar a la tradición de los candados en los puentes, que deben unir para siempre a los amantes, la tarea del puente en el equipo consiste en entablar relaciones. Están particularmente bien estructurados gracias a su amplio sistema de información. Hacen todo lo posible por reconciliar a las personas correctas y por establecer así conexiones importantes. Con este fin, los puentes suministran constantemente la información más nueva y adecuada que el equipo necesita, para estar siempre a la última.

El vanguardista

Por último, existe un tipo de persona importante, que impulsa al equipo a crecer más allá de sí mismo, ¡el vanguardista! El vanguardista es el precursor del equipo, quien emprende nuevas vías y lo conduce a nuevas galaxias gracias a su pensamiento futurista. A través de su visión de futuro, suele estar un paso por delante de los demás miembros del equipo la mayoría de las veces y les suele inspirar también a mirar más allá de sus narices. En la mayoría de los casos, son la mejor persona de contacto, junto con el innovador, cuando se trata de perspectivas nuevas, poco habituales. Un buen vanguardista es por tanto esencial para el equipo, cuando se ha fijado el objetivo de ser un equipo de categoría duradero, que va con los signos del tiempo.

O sea, que parece que resulta sensato centrarse en estos cinco perfiles específicos a la hora de conformar un equipo, si lo que se pretende es sacar lo máximo posible de él.