Presentaciones en remoto: 5 consejos para captar la atención

Presentaciones en remoto: 5 consejos para captar la atención

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La era post-covid ha transformado por completo las reuniones y las conferencias, pero también las presentaciones que ahora se hacen más a menudo de forma virtual o en línea. Es útil, por lo tanto, aprender cómo captar la atención de nuestros interlocutores incluso en remoto, creando presentaciones atractivas y entretenidas.

Sencillez y claridad, una cuestión prioritaria

Cuando se habla de presentaciones, lo imperativo es evitar bombardear a quien nos escucha con demasiada información. Quien nos lo dice es uno de los gurús del sector: Paul Jurczynski, cofundador de Improve Presentation y asesor de TED Talks, especializado en ayudar a los presentadores a crear sus presentaciones. Según Jurczynski, el error más común que cometemos es el de introducir demasiados elementos, que terminan por desorientar a los oyentes y hacerles perder el interés.

En las presentaciones en remoto favorecer los contenidos sencillos y los mensajes directos se hace aún más importante, porque no podemos contar con la interacción directa para mantener la atención de los presentes constantemente. Por lo tanto, al estructurar nuestra presentación deberíamos eliminar toda la información no relevante y concentrar los esfuerzos en un mensaje central, y mejor aún si se puede resumir en una sola frase.

Hacer que la presentación sea una ruta guiada

La estructura de la presentación es determinante para el éxito en su exposición: el mensaje que queremos comunicar tiene más probabilidades de quedar grabado en quienes nos escucha si se presenta siguiendo una estructura lineal, que se articula como un verdadero recorrido por etapas, sin saltos lógicos o rápidos cambios de tema.

Pongámonos en el lugar de nuestro oyente e imaginemos que seguimos con él el desarrollo de nuestro discurso. Debemos prestar especial atención a que la comprensión del material sea lo más fácil posible, empezando por el objetivo de la presentación.

La primera cosa que deberíamos comunicar a quien nos escucha es el objetivo de nuestra intervención.

La definición del objetivo es fundamental: ¿estamos exponiendo una propuesta sobre la que nuestro público estará llamado a expresarse o estamos presentando los resultados de una investigación? Cualquiera que sea nuestro objetivo, comunicarlo inmediatamente permite a nuestro interlocutor relajarse y seguir la presentación, sin tener que esforzarse por comprender de qué trata el tema.

Plantillas minimalistas para resaltar el mensaje

Las diapositivas son uno de los elementos centrales de una presentación en línea, ya que representan el principal elemento visual al que nuestro interlocutor puede referirse, sobre todo cuando la exposición no va acompañada de una videoconferencia. La norma para estructurar diapositivas eficaces es simplificar lo más posible cada una de ellas. Lo ideal es que cada diapositiva contenga un solo concepto y se limite a ilustrar una sola idea. De hecho, leer y escuchar no son actividades fáciles de realizar simultáneamente y si queremos mantener viva la atención de nuestros oyentes deberíamos evitar distraerlos con gráficos y textos que requieran una lectura atenta.

Desde el punto de vista de los gráficos, la inspiración debería ser el minimalismo: reducir el número de palabras insertadas en cada diapositiva y optar por incluir solo imágenes significativas. Sobre todo, es importante asegurarse de que el texto insertado sea bien visible: evitemos imágenes de fondo y efectos gráficos y recordemos que, en caso de conexión inestable, la reducción de la calidad de la imagen podría hacer las diapositivas menos legibles.

Convertir la presentación en una conversación

Las presentaciones que más atraen la atención y se quedan grabadas en la mente de los oyentes son las que incluyen elementos relacionales y fomentan la participación del público. Cuando todo esto se desarrolla en línea, donde a menudo ni siquiera es posible mirar al interlocutor a los ojos, es aún más importante que quien está presente se sienta parte de la presentación, en lugar de un oyente pasivo.

Una de las mejores maneras de involucrar al público y al mismo tiempo asegurarnos de dar un ritmo sostenible a la presentación es dividir nuestro material en bloques y mezclarlo con preguntas directas, ejercicios cortos y momentos dedicados a la discusión. Incluso cuando no es posible implicar al interlocutor en la exposición, podemos incluir una sección reservada a las preguntas al final de la presentación.

Elija la herramienta adecuada para presentaciones remotas

Precisamente porque la presentación se realiza de forma remota, es importante que los problemas técnicos se reduzcan al mínimo. Mantener la concentración durante las presentaciones ya es difícil de manera presencial, pero lo es aún más cuando estas se llevan a cabo en línea. Un retraso en el audio o la imposibilidad de visualizar las diapositivas son obstáculos suficientes para distraer los oyentes.

Afortunadamente, hay muchas plataformas diseñadas para gestionar presentaciones en remoto como Google Presentaciones, herramienta gratuita accesible a cualquier persona que tenga una cuenta de Google, y Microsoft Power Point, disponible gratuitamente para los usuarios de Microsoft a través de la suite Office Online. Entre las herramientas dedicadas exclusivamente a las presentaciones, Prezi es sin duda el que ofrece el mayor potencial de interacción con los participantes, ya que permite acompañar a la presentación con un stream desde nuestra webcam. Prezi está diseñado para integrarse sin problemas con las más populares plataformas de colaboración y videoconferencia como Microsoft Teams a Google Meet, Zoom, Slack y Facebook.